jueves, 2 de enero de 2014


RD

   La panzita de bere va creciendo de a poquito presagiando que el fruto que trae no será muy voluminoso. Llego la hora de buscarle como ponerle y hasta un libro con los significados de los nombres se tiene al alcance repasando las combinaciones y  probables mezclas.

   Se hace una encuesta entre los primos, tíos y todos los cercanos y en dos columnas se resumen los 20 potenciales quedando ganador el  de RAMON DARIO, una mezcla del padre y el abuelo. Este balance es la marca de origen del esperado RD, quien se resiste a salir por el canal  del parto y es mostrado  al mundo luego de una rápida cesárea, un 19 de septiembre.

    Los alaridos que emite recién nacido por los  cólico que le producen una  intolerancia a la lactosa se escuchan por toda la casa A2-11, son la única molestia que produce RD entre los vecino, ya que su carácter es más bien tranquilo y llevadero .

    A los 7meses ya gatea y más adelante mientras explora los recovecos de la casa aun sin hablar, al ver entrar a su padre a la llegada de la clínica,  se apresura a  recibirlo   remedandolo  con una tos  coff, coff coff, como saludo.

   El abuelo Darío, se sonríe al invitarlo a  dar sus primeros pasos para tratar de agarra unas huevas  de lisa que son el premio que lo espera por el esfuerzo. RD se saca el chupón que le cubre hasta la nariz y le da una buena relamida al saco de huevas saladas. Este chupo pasa a mejor vida en un viaje a Mérida  donde se le dijo que se había quedado en el taxi que nos llevo  en el paseo hasta las antigüedades de la Venezuela del antier  

   Para mitigar el calor del mediodía en San Carlos, RD tiene sus piscinas personales: Una ponchera grande de remojar piezas blancas   o el tobo de la ropa limpia, que sirven para chapotear un buen rato mientras llega el almuerzo.

   El juguetón de RD no pierde oportunidad de mofarse del que tenga a su lado como la vez que su primo Cheo le dio a probar morcilla, y este sabiendo que a su mama no le gusta y voltea la cara ante los trozos de este alimento, fue a mostrarle los restos que le quedaron entre los dientes con una  negrita sonrisa.

   Eres un verdadero regalo de Dios.

    

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