martes, 24 de diciembre de 2013

Hilda



    En 1954 el Presidente Marcos Pérez Jiménez  inaugura la novedosa Urb. José Gil Fortoul  y es asignado el apartamento  1b de la entrada 2 en el bloque 10 a una variedad de Gitanos Venezolanos. Allí  llegamos los  Aguilar Vásquez  en la 5ta mudanza desde    que se casaron Hilda y José en 1937 . Puerta  gruesa acanalada , que precede a una sala amplia que ahora tiene 2 disimiles objetos emblemáticos de la familia : un águila de madera en posición agresiva de picoteo y un  viejo  piano marrón de teclas  gastadas como uñas mordisqueadas .     
Día de clase
    Es Jueves  y  son  cerca de las 4:30 am,  con una oscuridad total sobre la sala, de donde solo emerge desde un rincón  una lucecita tenue  como un cocuyo, que brota de la lámpara rechoncha que alumbra la nueva  máquina de coser “Singer”. Acá esta  está sentada  la matrona  dándole  sin descanso  al pedal,  para terminar el traje que ofreció para hoy  a la hija mayor de los Brandt .
    Un rebelde mechón encrespado se le escapa del cintillo negro que sujeta los castaños cabellos, y  le cae sobre la frente amplia, a la  que ya surcan algunas grietas   llamadas por ella como  “líneas de  afán”. Que otras  cosas podrían aparecer en el rostro, con la crianza de   8 muchachos que nacieron como una retreta de cohetes: después del 1ro siguieron los demás en fila.
   Un par de horas más tarde tiene que abandonar   su  trinchera donde están en un cajón  hilos,tijeras y telas para cambiarlos  unos metros más hacia el norte en el extremo del apartamento  por kerosene, budare y maíz.  
El DESAYUNO:
empieza el trajín en la cocina-lavadero en   cuya pared del fondo las últimas hileras de  bloques de colmena permiten  ver  la mole en construcción frente a la carretera panamericana, que tiene un  techo muy particular  con extremos  picudos  como una garza, que en un futuro se llenara de feligreses alrededor del Tempo de la   Santa Cruz.  
     En el área  se mezclan el aroma  suave de  la masa de las arepas en el fogón,  con  el olor que sale de la manguera de colar,  de donde cae el café  claro por la recolada  que  tomamos   remojando  un cachito de los duros,duros o un pan dulce. 
     Luego de un humeante plato de avena con cascara de limón y  leche fresca  de la vaquera de Don Adolfo, salen los 2  hermanos mayores rumbo al  liceo Lisandro Alvarado, con sus libros en las manos  , seguidos   de inmediato por los 2 siguientes revoltosos  que van a la escuela Jiménez con sus cuadernos  en una bolsa de avena  Lassie  de plástico y en las camas del 3er cuarto que es el más oscuro de la casa,   porque el abuelo cambio los vidrios por   persianas de madera,   se quedan los más pequeños y el  de más edad de la familia.
  EL ALMUERZO  Avanza la mañana y ahora  la  Sra. de Aguilar o Doña Hilda como le llaman las amigas de la congregación del santísimo sacramento,  monta su metro ochenta de estatura en 2 finos tacones,  se tercia al hombro  la gran cartera negra de asas  de madera,   y desde la puerta del apartamento le dice a la  segunda de abordo en el llevar de la casa, la  pacientuda  paulina: Montas una caraoticas  para el almuerzo y completamos con la pulpa  de marrano, que sobro   de los que trajo  anoche  el Sr Rafael Vásquez.
    Así  se dispone a salir por la Urb. José Gil Fortoul a cobrar el san, iniciar  un bolso, conocer el estado de salud de los enfermos de los apartamentos vecinos , censar las familias más necesitadas   y ofrecer los arbolitos de navidad de plástico plateado que está elaborando en su fábrica personal (la sala del apartamento 1b).
   De regreso al bloque 10 está el  mantel de cuadros rojos y blancos   dispuesto llamando  a la tribu  a disfrutar   de una de las ventajas que este el abuelo de visita: Los Platos exóticos¡
   Se le   prepara  su comida  preferida;  Chicharrones de cochino   con orégano,  cocinados en agua hasta que quedan secos y doraditos. Caraotas refritas en manteca de cochino y queso blanco rallado en abundancia   Acá  viene lo bueno. Se inicia  la disputa entre los  más  pequeños de la casa   por el ripio (residuo final)  que queda en el caldero. Un pedazo de esta  arepa remojado con las manos  en estas boronitas, le  saben tan a gloria a  quien lo disfrute,  como el  caviar al selecto paladar de un miembro de Jet Set .
   En esta casa se piensa todo el tiempo  en trabajo y comida, trabajo y comida . No se ha  terminado de bendecir el almuerzo,  cuando la Sra  ya está pensando cómo hacer unos  trineos de animes  con unos San Nicolas de conductor y que preparar para la cena de hoy
   LA CENA: De las arepas sobrantes de la mañana de ayer miercoles,  mamaHilda ya está planeando la receta para  la cena de esta noche: AREPAS REMOJADAS.   Les saca la masa a las arepas. Las  mezcla con un diablito y queso rallado.   Deja las conchas de arepa en  remojo  en leche por 15 minutos, para de nuevo  volver a rellenarlas con este invento suyo (lácteo+maíz+jamon)  y hornearlas por un rato. En la noche, luego de hacer la tarea y con la barriga llena de esta arepa   “ Hilda trade mark”  nos disponemos  a   escuchar las historias y ocurrencias de los hermanos mayores  para que termine este  Jueves
 UN VIERNES CUALQUIERA
  El Viernes  arranca así: el clarín de despertar,  es el chillido del abuelo que a las 5:30am  se quería sondear  para poder orinar,  pero algún travieso nieto le escondió la guía de metal que emplea para este menester . Desde la 6am todos los habitantes de este panal, buscan como locos ese instrumento maleable que usa el único  cabeza blanca de la familia, cada vez que se “tranca”  y no puede  drenar sus aguas.
   Al fin apareció  el bendito instrumento en el horno, donde una mano menuda lo dejo como parte de una variante del juego del palito mantequillero de la noche anterior.
   EL PRIMER GOLPE: Como premio por resolver el “rollo”  el desayuno de hoy son unos bollos sorpresa, que Hilda arma  con masa de harína de maíz. Son  unos  tubitos  a los que con el índice les hace un hueco  en un extremo para que reciban su contenido y van   envueltos con una tela como mezcilla  a  una olla a hervir hasta que flotan.  Se desviste en el plato   de su atuendo al   protagonista   y observas la obra:  un humeante y atractivo bollito, cuya   masa queda al tacto suavecita  y al cortarlos parecen un anillo perfecto con el centro ocupado por la sorpresa. El de hoy es de…………Queso blanco.  Alguno de los hermanos grandes comentan  que  la Hilda  es la inventora del predecesor del  invitado principal de toda fiesta venezolana  que se precie de tal: EL TEQUEÑO.
   EL SEGUNDO GOLPE:  Una huella   de color dorado  que  dejan las sandalias  de talla 45  en la alfombra de la entrada, nos revela que  hoy tenemos la visita del padre  Aproniano  Lares. Este cura de fácil sonrisa y manos  con cayos por el trabajo de construcción,  realiza su misión apostolica   en barrio Unión en una mezcla de  catequesis  redentora y enseñanza del manejo del cemento y los bloques.          Ellos se sientan e los muebles de 2 tonos de la sala y  conversan sobre cómo distribuir  las latas de mantequilla  y  la leche del programa de ayuda para Latinoamérica  del presidente Kennedy.  Doña Hilda para homenajearle  le invita a almorzar  uno de  sus  orgullos culinarios: Las Torticas en caldo.
    Se preparan   unas  tortas de maíz ovalado y plano que se aliñan, sazonan y se le agrega   queso de año,   luego se llevan  al sartén  a   freírse  hasta quedar tostaditas.  En un caldo de pollo , res o  de lo que se le ocurriera a mama hilda ,  espesado con aceitunas , alcaparras y  maíz, se procede  a marinar     cocinado a fuego  lento  las torticas con el caldo , se dejan convivir  ambos componentes   por unos minutos  y  a la mesa¡.   Al servir se  en el plato sopero, se les raya  un extra de queso como toque final  y  queda preparada   para   cucharearse  hasta dejar visible el adorno que  se ve en el  fondo  del plato  de un cochero tirando de carruaje.
   Compartimos con el cura esta “sopa de torticas” y luego de una copa de vino castel gandolfo de una garrafa de 5litros  que trajo el Capitan Rodolfo Aguilar, nos despedimos  del  ensotanado reverendo  y salimos a jugar  al frente del edificio  de 4 pisos con 3 entradas y 2 departamento por piso.
   A las 3pm es hora de una limonada con granadina  y de las tareas.  La casa se llena con los ronquidos del abuelo que está en la poltrona echando un camaroncito. Entran sigilosos los 2 mayores  y  de una caja color verde de “selecciones rider digest”   que contiene lo más representativo de la música clásica y la popular,    toman un lustroso  Larga Duración,  e inundan todos los rincones  con   los primeros acordes  que le saca el melenudo H  Von Karahan a la sinfónica de Londres.  En el acto dando  alaridos  de terror,  se despierta furibundo   el abuelo y prorrumpiendo en la sala con un TARAN TARAN TARAN, imitando los sonidos de la Traviata  de la sección de percusión de la orquesta,  sale espepitado  el Sr Rafael  por la puerta, jurando venganza contra esos Zanganos de Hilda que no lo dejan  reposar.  
EL 3er GOLPE  Del reloj negro de la sala se escucha una melodía que termina en  7  graves campanadas que reenvían las actividades nuevamente a la cocina. El plato de hoy es Papas guisadas: en un caldero con mantequilla se  sofríen ají dulce, cebolla y ajo. Luego  se ponen las papas previamente cocidas a saltearse y se van  humedeciendo con leche hasta que se les adhieran el sofrito y quedan  enteras, doradas y con un agradable sabor entreverao de  lácteo y vegetal. 
   Luego de pasar revista como un militar a su tropa la Sra  Hilda atranca con uno de los  muebles la puerta del  apartamento  para que pueda entrar más tarde el hijo mayor   sin inconvenientes (  y de paso  ella enterarse  a qué hora llego, con el ruido que hacen las patas al deslizarse por el piso de cemento pulido)
   A medianoche cuando  solo se oye el runruneo de la nevera,  el abuelo que sufre de insomnio y que comparte cuarto con los 2 mayores,  ejecuta  su venganza por la siesta interrumpida en la tarde,  al atarse un cordel al dedo gordo  del pie derecho y el otro extremo lo  amarra a la cadena del zocrates que el mismo puso en el  techo.  Deja a un lado la hojilla con que se afeita  a ciegas, comienza a subir y bajar el pie derecho, lo que hace que el bombillo del techo se prenda y se apague intermitentemente. El abuelo    suelta la carcajada,  cuando escucha los gritos de susto de Hernan:  mama, mama mama, que pasa, que pasa.  Esto dice el Nieto de Don Rafael,  quien  está  sentado en la cama con los ojos pelaos como 2 huevos enteros y  cara de alarma.
   SABADO EN LA MAÑANA
        1er Ining

     Luego de moler el maíz remojado desde la noche anterior en una olla mondonguera,  se hace una bola gigante que  se va amasando concienzudamente  hasta quedar compacta y al final dejar reposar cubriéndola con una tela. De allí salen 12 perfectas arepas que se doran en la plancha (sacarles concha) para terminar los últimos minutos en el horno.
   En un caldero se ponen  a dorar cuadritos de una cebolla en mantequilla criolla que lleva un chorrito de agua para que no se “negree”. Se le añaden 3 dientes de ajo triturado con la piedra  gris de la cocina y 4 ají dulces rojos. Se le agregan las caraotas  y en 15 minutos luego de secarse un poquito, se les coloca el toque final de comino. Abundante queso blanco rallado y una crema  acida de leche que venden en el abasto del Sr Carrero, completan este desayuno  junto a una taza de café con leche.
   Ayudamos a mamaHilda a sacar los trapos de los bultos de caritas que trajo el padre Aproniano  y se van seleccionando por lotes: ropa para niños,  trajes de adultos y  lenceria. Luego se irá  ella con los atados hacia cerro gordo, san Jacinto o san jose a llevárselos  a las familias preseleccionadas como las mas necesitadas.
   En el jardín comunitario frente al edificio, que esta  sombreado con una acacia, un triangulo dibujado con un palito resguarda el grupo multicolor de metras. Jugamos al rayo con el afán que le ponen los niños a sus actividades. Toda metra que se salga de los linderos de la figura geométrica al ser golpeada por la tuya, te pertenece.
    En la esquina del bloque de apartamentos  se asoma una  figura delgada trajeada  de gris, olorosa a talco y colonia,   de pelo entrecano , con unos zarcillos dorados colgando de sus prominentes orejas y  lentes que terminan elevándose en las esquinas (como los de la archienemiga de Batman, gatubela). La anciana  camina derechita, con la cabeza  erguida y porte de artista. Muestra una sonrisa colmada de arrugas en las comisuras de los labios y en el hombro un chal multiuso de color oscuro.
     Levanto la cabeza y le pido la bendición a la abuela bertha, que viene a pasar el sábado con nosotros.    Mi compañero de juego,  el menor de los hermanos reyes, del 3er piso, me secunda en el acto y también le dice bendición abuela. Ella lo mira, entorna los ojos y le suelta un latinazo que aun me resuena en los oídos :  le dice dios te bendiga “por si fortis incurritis“ .  
    La matriarca de la “otra casa” como le dice Jose Rafael a la casa de los Ugel Aguilar, entra a la morada de su hijo mayor y con la mirada le pasa revista al orden de la casa y como quien no quiere,  desliza el  dedo por las superficies de  los muebles  y certifica que todo esté limpio y libre de polvo. MamaHilda se sonríe  al observar lo fisgona que es la  suegra,  pero sin asomo de enojo en su voz le ofrece un vaso de resbaladera(chicha de maíz tierno con piña). 

     2do ining
      José Rafael  se distrae quitando los de hilos  de pega de zapatero  de sus dedos y entra al mediodía   tarareando   la pieza dedicada a la isla de  taboga.   El aroma del Arroz amarillo  que está en pleno proceso de cocción lo detiene en seco en la segunda estrofa: Que mi tormento ahoga. 
    ARROZ  AMARILLO: Dorar  el arroz con mantequilla y ajo en el caldero,  agregar  ½  medida más del agua que le corresponde a esa porción  y preparas  aparte un sofrito  menudo. Pasas las piezas de pollo por el sofrito y luego se van al caldero cuando empieza a hervir. Repintas  el arroz con un sofrito    y está listo para servir.
   La tarde del sábado se llena de  ludo y cartas para jugar 7 y ½  . La abuela después del respectivo humeante café,  se fuma el único cigarrillo que  ella  se permite y   se dedica a  leer un rato la novela vaquera de Marcial LaFuente Estefania que trae  en su cartera.
Comparte un rato más y se asombra del escándalo que viene del apartamento de enfrente: Les llego visita a los romeros, le comenta mamahilda y le suelta estas 2  perlas: Son una “chimunchina” de gente y cuando se emparrandan hacen este “pichipichage”.
                                                                      “ME VOY A MUDAR¡”
3er INING
 Carrera 24
Carrera 22
Carrera 28
Fundación Mendoza
Fundación Mendoza 2
Fundalara
6 mudanzas  siguieron a esta expresión  de la Sra Hilda Vásquez de Aguilar.

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